El proyecto de energía solar con el que las autoridades han prometido a los cubanos una mejoría a los prolongados apagones, no resolverá el problema. El régimen lo reconoce, luego de semanas con cortes de electricidad que superan las 30 horas diarias en la mayoría de las provincias.
"Cuando concluya el proyecto de 2.000 MW en energía solar fotovoltaica, la sumatoria de su aporte quedará por debajo de la capacidad térmica perdida desde 2019 hasta 2024", dijeron.
Jorge Piñón, director del Programa de Energía para Latinoamérica y el Caribe de la Universidad de Texas, considera que la crisis es "estructural" y que no tiene remedio ni a corto, ni a mediano plazo. El experto sostiene que la mayoría de los proyectos que Cuba ha desarrollado en los últimos años para paliar la crisis, han fracasado por falta de estrategias, entre otros factores.
"Desafortunadamente lo que han hecho durante años con la energía solar es elevar las expectativas del pueblo", comentó al programa Las Noticias como Son, de Radio Martí.
"Hablan de la capacidad en megawatts que tienen estos parques solares, pero no te dicen cuál va a ser la producción. Sabemos que no pueden funcionar el 100% del tiempo porque por la noche no hay sol y en los días nublados tampoco. Así que lo primero que tendrían que hacer es decirle al pueblo desde el punto de vista de porcentaje proporcional, qué está produciendo la energía solar hoy en día".
"La energía solar ayuda, pero no es la solución al problema estructural que tiene Cuba", agregó.
Piñón aclara que las promesas incumplidas del régimen con sus ciudadanos no han sido solamente con los parques solares, "lo fue también con la energía eólica y con la biomasa".
En ese sentido, el especialista menciona el proyecto de La Herradura, que lleva más de 7 años en construcción y el de la planta de biomasa del Central Ciro Redondo, en el que inviertieron millones de dólares.
"Ahí está parada sin funcionar porque no hay caña de azúcar. Eso te enseña la falta de estrategia con la que construyen una planta Y cuya materia prima no pueden garantizar", apuntó.
El déficit de energía en Cuba ha superado los 1.600 MW en el horario pico en los últimos días. Esa cifra representa que casi la mitad del país se apaga de manera simultánea cada día.
Sin combustible y con las termoeléctricas colapsadas, este verano podría tornarse aún peor porque cada vez son menos las patanas turcas, que en 2023 contribuían con casi el 23% de la capacidad de generación.
Funcionarios dijeron a la prensa estatal que existe "riesgo latente" de que se retiren las patanas, equivalentes a unos 400 MW, por falta de dinero para pagarles.
Ya se han ido la mayoría, apunta Piñón. "Imagínate cuando todas se vayan, el hueco que dejan no va a estar suplementado por la energía solar, ni por la eólica, ni por la biomasa".
Alfredo López Valdés, director general de la Unión Eléctrica dijo en la televisión estatal este miércoles que “la situación es grave".
"Es muy difícil. Hay largas horas de apagones y dificultades para rotar los circuitos, lo que tiene consecuencias muy complicadas para la población, ya que estar en apagón le complica mucho la vida”.
Según el funcionario, el plan ahora es lograr que "en un plazo de tres años", se recuperen unos 500 MW mediante reparaciones y mantenimientos en varias termoeléctricas.
Piñón opina que con este panorama, los cubanos pasarán la mayor parte del verano a oscuras.
Con reporte de Amado Gil y José Luis Ramos para Radio Martí.